Son injusticias de siglos

En los últimos días, el Wallmapu ha sido escenario del despliegue impune de grupos fascistas y racistas. Como feministas repudiamos con fuerza los ataques de las turbas armadas orquestados por la extrema derecha y grupos de latifundistas APRA (Asociación de Paz y Reconciliación en la Araucanía), protegidos por la policía y habilitados por las declaraciones del recién nombrado Ministro del Interior Víctor Pérez (ex alcalde designado por Pinochet), que visitó la región unos días antes y declaró que “en Chile no hay presos políticos”. Con gritos racistas y duras amenazas intentaron desalojar violentamente las municipalidades de Curacautín, Victoria, Traiguen y Ercilla que llevaban varios días tomadas pacíficamente por comuneros y comuneras mapuche, que exigen la libertad para el machi Celestino Córdova y los 27 Presos Políticos Mapuche en huelga de hambre en distintas cárceles de la región y que exigen la aplicación y el respeto del Convenio 169 de la OIT.

En Chile el racismo mata, tortura y encarcela. Lo ha hecho por siglos de colonialismo de Estado y por más de 30 años de gobiernos que han sostenido la militarización del Wallmapu junto con políticas de criminalización, encarcelamiento y asesinatos impunes de Alex Lemún, Matías Catrileo, José Huenante, Jaime Mendoza Collio, Johnny Cariqueo J., Lorenzo Collihuin, Agustina Huenupe, Mauricio Huenupe, Jorge Suarez Marihuan, Edmundo Lemunao, Julio Huentecura, Macarena Valdés, Rodrigo Melinao, Camilo Catrillanca y Alejandro Treuquil.

Hoy es urgente nombrar lo que está detrás de los ataques racistas que denunciamos y a eso, nosotras, lo llamamos fascismo. El fascismo se ha atrevido a levantar la cabeza porque los dueños de Chile, los usurpadores de la tierra, tienen miedo de las enormes fuerzas con que estallamos en octubre. Ellos saben que la revuelta no ha terminado y que volveremos, ellos saben que son pocos y que nosotras, nosotres, nosotros somos millones. Para combatir el fascismo tenemos que declararnos abiertamente antifascistas y abiertamente antirracistas; es necesario responder ante cada una de las agresiones del fascismo racista. Así construiremos unidad entre pueblos, en nuestras estrategias y horizontes plurinacionales. Es la unidad que deseamos y es la unidad necesaria para avanzar y seguir siendo millones e históricas.

Las feministas damos un paso al frente contra los grupos fascistas como APRA, promotores de la brutalidad acontecida. Sabemos que el Presidente de APRA financia al abogado de Martín Pradenas, violador, mismo abogado defensor de Walter Ramírez, asesino de Matías Catrileo y de Claudio Tolosa femicida de Yini Sandoval y sus tres hijos. APRA es el nombre de la impunidad, de la violencia racista, colonial y patriarcal en Wallmapu. Es a APRA a quienes se dirigió Víctor Perez cuando viajó al sur a imponer su “mano dura” y a azuzar la violencia racista. En él se encarna la relación estrecha entre el poder económico de la patronal depredadora, la violencia racista y la impunidad de la violencia sexual. Son doce los archivos históricos que vinculan al actual Ministro del Interior con Colonia Dignidad. Esa locación infernal que nos trae a la memoria la complicidad dictatorial con el horror pedófilo, la tortura y la violencia política sexual, son quizás la muestra más elocuente de la sociedad que defienden. Nos levantamos en alerta contra la avanzada racista y patriarcal, alianza patronal sobre cuerpos y territorios.

Denunciamos la violenta detención de Daniela Sierra junto a otras mujeres embarazadas en pacífica manifestación. Denunciamos la criminalización y violencia policial hacia niñas, niñes y niños mapuche.Denunciamos la violenta detención de Ana Llao, dirigenta histórica mapuche, quien fue esposada en el suelo por FF.EE. de Carabineros mientras se manifestaba de manera pacífica junto a otras lamngen.

La Revuelta Popular enarboló entre sus símbolos más importantes las banderas mapuche, Wenufoye y Wüñelfe. Hoy nos llamamos a retomar las banderas de la revuelta plurinacional por la dignidad y autodeterminación de los pueblos y la autonomía del pueblo nación Mapuche.

Nos plegamos al llamado de las familias de los Presos Políticos Mapuche a mantenernos en alerta y en agitación permanente.. A sus ataques y amenazas cobardes, respondemos con nuestra fuerza colectiva con la que nos organizamos desde la diversidad de nuestras organizaciones y luchas, desde todos los pueblos y territorios: NO PASARÁN. Este jueves 6 de agosto convocamos a una jornada de protesta plurinacional por la libertad de los Presos Políticos Mapuche y contra la avanzada racista y fascista en el Wallmapu  propiciada por este gobierno criminal.

NO+ racismo
NO+ fascismo
NO+ militarización del Wallmapu
NO+ prisión política
NO+ terrorismo de Estado
NO+ porque SOMOS+

Es el momento de volver a demostrarlo

#LosPueblosContraElRacismo